En Psicología, el perfeccionismo consiste en la creencia de que se puede y se debe alcanzar la perfección . En su modalidad patológica es convicción de que cualquier cosa por debajo de un ideal de perfección es inaceptable.
Estudios sobre el tema apuntan a que el perfeccionismo trae aparejado innumerables consecuencias para la salud física y emocional. Además, se discuten diferentes argumentos que respalda la noción de que el perfeccionismo se origina como un factor de vulnerabilidad psicológica. Se sabe que las personas perfeccionistas viven muy tensas, con temor constante a equivocarse y cometer errores, no disfrutan de los logros y tienen tendencia a sentirse fracasados y angustiados con mucha facilidad.
De forma generalizada, las personas que muestran esta actitud se escudan en que hay que hacer las cosas bien, pero una cosa es querer hacer las cosas lo mejor posible y mejorarlas cuando hay posibilidad, sin llegar a angustiarse, y otra muy diferente, es tener que hacerlas perfectas.
Los estudios coinciden en afirmar que el rasgo del perfeccionismo va asociado a la falta de seguridad y confianza en uno mismo y además se otorgan altos niveles de ansiedad a las personas que lo sufren provocando sufrimiento y pudiendo llegar a convertirse en un serio problema de salud.
Fernando Miralles, profesor de Psicología de la Universidad CEU San Pablo, según el artículo de El Mundo , define a la persona perfeccionista como "..aquella que en todo momento está sufriendo y fomenta su inseguridad, ya que quiere llegar a una perfección tal que, o cree que la consigue o no dará por terminada la acción que realiza. Lo normal es que pierda tanto tiempo en realizar acciones cotidianas que tenga que descuidar su vida personal"
"Sienten una gran presión que les produce mucho sufrimiento: nunca están conformes con el resultado de sus acciones y rechazan cualquier error o imperfección, relacionándolo con una falta de valía personal", afirma Josefa Pérez, presidenta de la Asociación Nacional de Psicólogos clínicos y sanitarios (ANPCS)
Ciertamente habría que profundizar más en el tema para poder contestar a un montón de preguntas como ¿existen diferentes grados de perfeccionistas? ¿se puede ser solo un poco perfeccionista? ¿se puede ser solo perfeccionista en algunas cosas y en otras no? ¿es posible ser perfeccionista solo a veces o en casos puntuales? ¿se considera solo perfeccionista a la persona que lo es siempre y en todo? ¿es posible tener una actitud perfeccionista absoluta? Pues bien, las preguntas continuarían sucediéndose unas a otras y nos llevaría a seguir profundizando y sobre todo a distinguir claramente entre querer hacer las cosas lo mejor posible y necesitar alcanzar la perfección. Lo que si está claro es que el perfeccionismo en extremo da lugar a comportamientos demasiado rígidos o controladores .
¿Cuales son las características asociadas a un comportamiento perfeccionista? En los parrafos anteriores ya hemos visto alguna de las características comunes de este tipo de actitud. Silvia Russek en su artículo “Autoestima y perfeccionismo” enumera las más destacadas:
- La necesidad de aprobación por los demás
- Un temor al rechazo constante
- Actitud autocrítica, muy negativa
- Pensamiento extremista, en donde sólo existe todo o nada, bueno o malo y los puntos intermedios no existen.
- Una percepción equivocada de nosotros mismos y de la realidad, al creer que es posible que todo lo que una persona hace, salga siempre bien.
- Calificar los errores como fracasos
- Calificarse y valorarse como persona, en función de los éxitos o fracasos que tenemos.
¿Qué podemos hacer ? ¿Cómo se pueden controlar los efectos del perfeccionismo?
Recurriendo nuevamente al artículo “La paradoja del perfeccionismo” vemos que son seis las pautas que nos aportan y que se consideran fundamentales para poder controlar el perfeccionismo:
- Emplear técnicas de relajación para mejorar la ansiedad.
- Mejorar y trabajar la autoestima.
- Aceptarse a sí mismo, quererse y respetarse, porque nadie es perfecto.
- Reconocer el derecho a equivocarse .
- Deshacerse de la rigidez para disfrutar de todas las vivencias.
- Cuidar la parte emocional más incluso que la racional.
Para finalizar, podemos destacar la importancia de tener siempre presente que no somos lo que hacemos y que cometer errores es una característica del ser humano. Debemos reconocer y aceptar nuestras debilidades y limitaciones, ya que es la clave del éxito y del bienestar y, además, nos permite desarrollar nuestro máximo potencial como personas.
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(2) Perfeccionismo – Wikipedia consultado 15/08/2015
(3) Laura Beatriz Oros de Sapia 2005, vol 21, nº 2 (diciembre) , 294-303 Localización: Anales de psicología, ISSN 0212-9728, Vol. 21, Nº. 2, 2005, págs. 294-303
(4) Borja Vilaseca 05/10/2014 – Artículo en el País “Radiografía del perfeccionista”
(5) Silvia Russek - “Autoestima y perfeccionismo