(Noah Shpancer)
La psicología, como disciplina científica, estudia el comportamiento humano, los procesos mentales y emocionales y cómo estos afectan a nuestra salud física y mental. No es nada nuevo decir que nuestros pensamientos, nuestras emociones y nuestros comportamientos tienen un impacto directo en nuestro cuerpo. En ello, las conexiones neuronales juegan un papel crucial, son redes de comunicación cerebral que determinan cómo procesamos la información, cómo respondemos a los estímulos y también como regulamos todas nuestras funciones corporales, influyendo así en la respuesta de nuestro sistema inmunológico, en la regulación hormonal y en la salud cardiovascular. ¡Ahí es nada!
Numerosos estudios han demostrado que trastornos mentales como el estrés crónico, la ansiedad y la depresión pueden manifestarse a través de síntomas físicos, desde dolores corporales hasta trastornos gastrointestinales, pudiendo afectar negativamente al sistema inmunológico y aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes y otros trastornos de la salud. En ello, se hace evidente que la salud mental y la salud física no se pueden separar, ya que existe una profunda y poderosa conexión entre ambos aspectos de nuestra existencia.
Cuidar y fortalecer nuestras conexiones neuronales es algo esencial, una mayor calidad de estas conexiones se traduce en una mejor capacidad cognitiva, emocional y física. Se trata de estimular el cerebro a través de actividades intelectuales, sociales y físicas que fortalezcan estas conexiones, promoviendo la plasticidad cerebral y reduciendo el riesgo de deterioro cognitivo y enfermedades mentales.
Hablar de una mente sana implica tener pensamientos positivos, manejar el estrés de manera efectiva, tener una autoestima saludable y por supuesto también desarrollar la capacidad para poder enfrentar los desafíos de la vida de una manera constructiva. Una mente sana promueve el cuidado del cuerpo y también adoptar un estilo de vida saludable.
Por otro lado, cuando nos referimos a un cuerpo sano implica mantener un peso adecuado, hacer ejercicio regularmente, tener una buena alimentación y evitar hábitos perjudiciales para la salud. Un cuerpo sano promueve la base física y necesaria para mantener una buena salud mental.
Es fundamental promover conciencia de la importancia del cuidado de la salud mental, así como también proporcionar información sobre las acciones necesarias para el cuidado.
- Estimular el cerebro a través de actividades intelectuales, como el aprendizaje continuo, la resolución de problemas o la creatividad.
- Cultivar la resiliencia emocional, se trata de desarrollar la capacidad de afrontar las adversidades, superarlas y salir fortalecido de ellas.
- Manejar el estrés. Prácticas conscientes, como la atención plena, autoconciencia y la meditación, son algunas de las herramientas poderosas que permiten calmar la mente y cultivar la claridad y equilibrio mental y emocional.
- Fomentar pensamientos positivos. Una actitud optimista puede influir en la química cerebral, promoviendo la liberación de neurotransmisores asociados al bienestar.
- Cultivar una autoestima positiva y saludable, practicar la autocompasión
- Mantener relaciones saludables y disponer de una red social de apoyo.
- Establecer límites y priorizar el autocuidado, incorporando hábitos saludables, como el ejercicio regular y una dieta equilibrada.
- Buscar ayuda profesional cuando sea necesario. Ante dificultades emocionales que afecten a la calidad de vida, es necesario optar por la ayuda de un profesional de la salud mental.
En psicoterapia se ofrece un espacio seguro para explorar emociones, pensamientos y patrones de comportamiento. Un contexto en el que abordar y enfrentar desafíos como la ansiedad, la depresión o el estrés. Además, el apoyo psicológico puede fortalecer las habilidades de afrontamiento y promover un mayor autoconocimiento. Buscar ayuda es un paso significativo hacia la salud mental que permite enfrentar los retos emocionales con el respaldo profesional adecuado hacia una vida más plena y satisfactoria.
La Psicología de la Salud es una propuesta integradora de nuestra salud, ya que juega un papel crucial en la adopción y mantenimiento de comportamientos saludables. Nos permite trabajar de forma individualizada atendiendo a las necesidades individuales, ofreciendo herramientas y estrategias que permiten superar las barreras psicológicas que impiden seguir un estilo de vida saludable, como pueden ser la falta de motivación, la baja autoestima o los malos hábitos arraigados.
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