Necesito que me quieras y me aceptes incluso en mi peor momento.
Soy adolescente, lo sé, lo vivo, lo padezco, lo siento… Estoy en la antesala de la edad adulta, en medio de una gran transformación, un momento muy importante en la construcción de mi identidad. Cambios cerebrales y hormonales que afectan a todo mi cuerpo, cambios físicos y también emocionales, que producen alteraciones en mi estado de ánimo que no sé cómo gestionar … estoy viviendo tantos cambios que no sé quien soy, no sé lo que quiero… A veces siento que el mundo está en mi contra, y también a veces me siento perdido en tierra de nadie, atrapado en un cuerpo en continuo proceso de cambio.
Vivo en medio de mi rebeldía, de mis deseos de nuevas experiencias, de mis ganas de cambiar, de comerme el mundo tan lleno de futuro… y la realidad es que… también me invade la confusión, la inseguridad, y a veces incluso me paraliza el miedo… siento rabia y desconcierto.. me siento solo al recorrer esa tierra de nadie entre la infancia y la madurez… y ¡sí! mis amigos son lo más importante en este momento para mi, en ellos busco sosiego, comprensión, aceptación, patrones de comportamiento… todo lo de ellos me importa, y si me fallan, o si los juzgas… eso es lo peor que me puede pasar.
Sé que alguna de mis conductas no son fáciles de llevar o entender, pero lo que menos necesito es que me presiones, que me sermonees, que me critiques, que me juzgues… y mucho menos que me compares con nadie, esto me produce gran malestar y dolor.
Ya no soy un niño y todavía tampoco soy un adulto,… necesito recorrer este camino… encontrar mis límites para poder encontrarme a mí mismo, y a veces pienso que lo sé todo, que tú no me comprendes, y será duro para ti y también para mi… pero siento que solo puedo avanzar cuando te estoy provocando… ese momento me permite darme cuenta de que existo… de que puedo respirar y sentirme a mí mismo.
Necesito límites, aunque me rebele, porque tengo todo por aprender, porque me ayudarán a gestionar la frustración y a crecer de forma sana, me ayudaran a prevenir conductas de peligro, a asumir las responsabilidades y a conocer las consecuencias de mis acciones y decisiones y, también, porque sabré que te importo y que me tienes en consideración. Necesito saber que estás ahí, y necesito apoyo ya que puede resultar una etapa difícil y tumultuosa, llena de vulnerabilidad y riesgo. Pero también necesito autonomía, que me permita avanzar y no ser dependiente, necesito poder decidir cómo organizarme, cómo organizar mis cosas… Necesito que me aceptes, que me respetes, que me valores, que respetes mi espacio, que le pongas interés y le des importancia a mis preocupaciones y a mis intereses… necesito que me permitas descubrir que mi sombra no es más grande que mi luz. Solo así me sentiré en un entorno seguro en el que me pueda sentir bien conmigo mismo, en donde forjar mi autoestima, en donde construir mi identidad, crecer y desarrollarme para poder avanzar fortalecido hacia el mundo de los adultos.
Mamá, papá, soy adolescente. Necesito que me quieras, me valores y me aceptes incluso en mi peor momento. No te rindas en esta lucha, necesito saber que estás ahí.
Firma: un adolescente.