Como continuidad a algún post ya publicado, trataremos de profundizar esta vez en la introducción de las TIC, lo que suponen y como pueden contribuir a la enseñanza y al aprendizaje. Reflexionaremos sobre lo que pueden aportar y por supuesto las condiciones necesarias para que ese aporte sea positivo. Intentaremos dar respuesta a cuáles son los requisitos para que el aprendizaje sea significativo y que al mismo tiempo puedan darle sentido al mismo hecho de aprender.
¡Desde mis gafas!, una forma de verlo de entre otras muchas posibles. ¿Me acompañas?
Las TIC en la enseñanza y aprendizaje pueden proporcionar características importantes como entorno simbólico, las más destacables serían: el formalismo, interactividad, dinamismo, multimedia hipermedia y conectividad. Si quieres profundizar en estas características y su aportación, puedes acceder al enlace anterior, un post centrado en el potencial de las mismas.
A partir de esta parte más técnica del contexto, ya nos podemos preguntar sobre los requisitos para introducir las TIC y que realmente puedan favorecer y promover el aprendizaje.
Los nativos digitales no necesitan muchas instrucciones para poder acercarse al manejo de cualquier dispositivo como el móvil, la tablet o el ordenador, suele resultar bastante intuitivo para ellos ¿no crees?
Para muestra un botón, aquí os dejo un vídeo a ver que os parece.
PLANIFICAR: planificar el uso de las TIC como herramientas que presenten a los aprendices, no como meros espectadores, sino como CREADORES y consumidores activos de contenido, y personalmente considero que hay que resaltar en mayúscula lo de CREADORES, ya que crear contenido requiere interactuar con el medio, lo que favorece el estímulo de la creatividad y el pensamiento crítico. Integrar el uso de la tecnología móvil, con una planificación adecuada, facilita el uso de las nuevas tecnologías multimedia e Internet para promover y mejorar la calidad del aprendizaje, en el marco de la colaboración y la transversalidad de los contenidos de cualquier currículum que se pretenda llevar a cabo.
Desde una concepción constructivista, la educación escolar es el resultado de un triángulo interactivo entre las actividades de aprendizaje de los individuos, los contenidos y la actividad educativa e instruccional del que enseña. En donde se enfatiza la interactividad, ya que tanto el aprendizaje, entendido como el proceso de construcción de significados y de atribución de sentido a los contenido, como la enseñanza, entendida como la ayuda sistemática, sostenida y ajustada al proceso de construcción de significados y de atribución de sentido, son posibles gracias a las secuencias de esta actividad conjunta.
Desde esta perspectiva un buen proyecto digital, puede mostrar un gran potencial hacia un aprendizaje significativo, ya que las TIC comportan nuevas maneras de comunicarse y relacionarse, nuevas formas de aprender y de enseñar e incluso nuevas formas de pensar (Coll, C., 2004). Introducir las TIC en el aula como instrumentos que ayuden a pensar, aprender, conocer, representar y transmitir, entre los profesores y los alumnos y entre los mismos alumnos, los conocimientos y aprendizajes adquiridos. Enfocado de tal forma que permita que la información y contenido que trabajen los alumnos se convierta en conocimiento y, a su vez, el acceso a esta información lleve al aprendizaje, ya que se actúa sobre ella, se procesa, se organiza, se apropia, se utiliza y se confronta con otros. (Coll, C.; 2004).
Ausubel, Novak y Hanesian (1983), defienden que para lograr un aprendizaje significativo es necesario que cumpla una potencialidad lógica del contenido, una potencialidad psicológica y que se de una disposición favorable por parte de los alumnos. Proceso a través del cual, una nueva información se relaciona de manera no arbitraria y sustantiva con la estructura de la persona que aprende. Esta potencialidad lógica se busca aportando, para el aprendizaje, un material relevante con una estructura y coherencia interna y mostrando una buena conexión con el desarrollo del trabajo tradicional. Las TIC, por medio de la utilización de recursos semióticos familiares, proporcionan condiciones totalmente nuevas de tratamiento, transmisión, acceso y uso de la información.
En cuanto a la potencialidad psicológica mencionada se consigue con una planificación previa de la actividad en la que se tenga en cuenta el "estado inicial de los alumnos" para conseguir una relación lógica entre lo que se pretende que se aprenda y lo que ya se sabe. Conocer este “estado inicial” permite adaptar las ayudas y apoyos, personales y materiales, directos e indirecto a los objetivos, persiguiendo esta significalidad psicológica. Mediante el uso de las tecnologías multimedia se enriquecen los contenidos de aprendizaje y se facilita su comprensión, ya que la cantidad y la calidad de las relaciones entre los nuevos conocimientos y los previos determina la significatividad del resultado del proceso de asimilación del nuevo conocimiento.
Ante los tres mecanismos de influencia educativa entre iguales, formas por las que se logra ajustar la ayuda a los alumnos de manera efectiva, el conflicto entre puntos de vista moderadamente divergentes se podría promover mediante el trabajo en equipo, en el que a partir de una serie de pautas, facilitando el trabajo colaborativo y eficaz, los alumnos necesiten tomar decisiones grupales constantes para poder desarrollar su trabajo, que material utilizar y cual no, fotos, vídeos, audios, enfoques... etc , mediante la regulación mutua a través del lenguaje, favoreciendo una conversación exploratoria.
La necesidad de tomar decisiones grupales favorece la oportunidad de aumentar la intersubjetividad dentro del grupo de trabajo, ya que para alcanzar los objetivos de la tarea es necesario que haya una comunicación intelectual y afectiva entre los componentes del grupo vinculados al aprendizaje, promueve un apoyo mutuo.
Desde los dos mecanismos de influencia educativa entre profesor y alumnos, la construcción de sistemas de significados compartidos se llevan a cabo mediante la ayuda educativa que el profesor ofrece a los alumnos en el aula, ejerciendo un rol de acompañamiento, apoyo y ayuda en las tareas, ajustadas a su ZDP (zona de desarrollo próximo), que se crea en el transcurso de la interacción conjunta, facilitando así el desarrollo efectivo de los alumnos. Una ayuda que, hay que ir proporcionando de mayor a menor intensidad a medida que avanzan las sesiones siguiendo la metáfora del andamiaje. Las correcciones de los trabajos en clase, permite trabajar hacia la construcción de conocimientos mediante significados compartidos, lo que favorece un desarrollo más complejo de los mismos. Con la contribución mutua de alumnos y profesores, los procesos de seguimiento y evaluación y el papel de las TIC como instrumentos psicológicos mediadores de la actividad conjunta, se fomenta que los alumnos interioricen los conocimientos necesarios y se vaya dando la cesión y el progresivo traspaso de control del aprendizaje del profesor a los alumnos, adquiriendo así una autonomía progresiva para poder desarrollar por sí solos las tareas.
Para la atribución de sentido al aprendizaje, los alumnos deben saber qué se ha de hacer, cómo y por qué, la tarea y el contenido deben despertar interés en el alumno y sentirse competente, confiando en sus posibilidades como aprendiz (Miras, 2001; Solé, 1993). Desde esta perspectiva, las pautas, la corrección de los trabajos y el potenciar el trabajo en equipo, requieren ayudas y apoyo adecuadas a las necesidades, en donde el profesor actúa como guía y orientador en el proceso de construcción de significados y atribución de sentido ante los nuevos conocimientos y ante el hecho mismo de aprender. La motivación extra y la emoción que se consigue al utilizar tabletas y al dar rienda suelta a la creatividad fomentan el despertar del interés del alumno.
Las diferencias individuales requieren la adaptación de las formas y los métodos de enseñanza mediante los ajustes necesarios. En la planificación y diseño de las actividades (macroadaptación) es necesario flexibilizar al máximo los recursos metodológicos y organizativos del aula dejando abiertas opciones a los estudiantes. Promoviendo la toma de decisiones, permitiéndoles elegir, fomentando la participación y que se involucren en la presentación de ideas, reflexiones, vías de trabajo, pudiendo funcionar de forma autónoma.
Además, estas diferencias requieren ajustarse y dar respuesta a las necesidades y características individuales de los alumnos (microadaptación), en donde se contemple un seguimiento cercano, resolviendo dudas, aportando pautas para mejorar, ya que con ello se incentiva la creación de un clima de comunicación, confianza y de respeto mutuo que favorece los apoyos y ayudas entre todos hacia un aprendizaje significativo.
- Coll, C. (2004). Psicología de la educación y prácticas educativas mediadas por las tecnologías de la información y la comunicación. Una mirada constructivista. Sinéctica (25).
- Coll, C., Mauri, T. & Onrubia, J. (2008). Análisis de los usos reales de las TIC en contextos educativos formales: una aproximación sociocultural. Revista Electrónica de Investigación Educativa, 10(1) Disponible en http://redie.uabc.mx/vol10no1/contenido-coll2.html.
- Gràcia, M. y Segués, M.Teresa (2009). Psicología de la educación y de la instrucción. Barcelona. FUOC.
- Moreira, MA (1997). Aprendizaje significativo: Concepto Subyacente ONU. Actas del Encuentro Internacional Sobre el Aprendizaje significativo, 19,44.
- Kozma, R. B. (2012). Las TIC y la transformación de la educación en la economía del conocimiento. Conferencia en Debates de Educación. Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=f4fjblqj9du &feature=youtu.be